Nunca crei que iba a volver a escribir en blogspot. Soy sincera, estaba segura que habia pasado esa etapa de mierda que se pasa en la adolescencia, pero no, otra vez ataca para desmoronarme más y más. ¿Pero que se le va a hacer?
Tendría que estar haciendo tarea, tendría... pero no consigo tener las ganas para hacerla.
Y pensar que el ultimo post que escribí fue de un nuevo comienzo, pero todo comienzo tiene final al parecer. 
Ya basta de creer en finales felices, ¿para que? es ilusionarse al pedo. 
¿Para que soñar con un futuro, para que organizar tu vida, para que planear a futuro, para que?
Para que si después de todo no es como te lo muestran las películas de romance con finales felices, tendrían que ser un poco más realistas y mostrar que no todo es color rosa. 
Vivimos en un mundo que nos consume día a día y que en el, las personas son culpables también de gastarnos.
Nos gastan las risas de tanto reír, nos gastan las lagrimas de tanto llorar, nos gastan el corazón.
¿Y que más se puede decir después que todo lo dicho, dicho esta?
No más nuevos comienzos, no más ilusiones, basta de creer en que al final del camino vas a ser feliz.
Hasta hace una semana mi sueño era casarme, y que al final del largo pasillo de la iglesia este él esperando con esa sonrisa al borde de las lagrimas por verme en mi mejor momento, y siendo tan feliz por formar mi vida con él.
Hasta hace un semana tenia la creencia y las ganas de formar una familia, y tener ese bebe que tanto sueño tener con él. Mi deseo era tener una nena primero, me la imagine con sus ojos, su boca, su sonrisa, sus pestañas. Lo tenia todo en mi cabeza y era inevitable al menos una vez a la semana soñar con eso, con esos momentos que deseaba tanto tener. 
Pero se desvanece todo como siempre, todo se vuelve una ilusión o un deseo, simplemente un deseo. ¿Cuantas veces desee antes de apagar las velitas en mi cumpleaños? ¿Cuantos de esos deseos se me cumplieron?
No seas tonta, solo era un invento que hicieron los abuelos para darle una razón a las personas a la hora de apagar las absurdas velas. Solo eso, un invento.
Esta es una carta, no se si de descarga o de despedida, no es la primera, ni la ultima. 
Pero es una carta que la escribo con lo poco que queda de mi.

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